Salud.- El mal de chagas y las patologías que generan el consumo de agua con excesivo nivel de arsénico son los principales problemas de salud que castigan a la Villa de Chicligasta. Para combatir el primero de estos casos las autoridades comunales se proponen erradicar las viviendas rancho por medio de un programa que permitirá la construcción de módulos habitacionales. En tanto, los vecinos demandan que en el Caps un médico atienda durante toda la semana. El actual asiste tres veces y sólo trabaja de 8 a 13, explicaron. Un cartel advierte que la ambulancia llega únicamente hasta Simoca y Concepción.

Terminal de ómnibus.- Aunque la Villa de Chicligasta dispone de una sola empresa que cumple tres servicios al día, frente a la plaza Manuel Garretón funcionó un edificio al que se destinó como "terminal". Por lo menos así lo identificaba un enorme cartel que el jueves pasado comenzó a ser borrado. Ahora el local pasará a funcionar como salón comunitario. Los vecinos comentaron que el destino de terminal lo había dado el anterior comisionado comunal, Ceferino González. Pero a falta de ómnibus funcionó principalmente como confitería, cedida a un particular.

Primeros Años.- Un equipo de asistentes del programa interministerial Primeros Años, de la Nación, está instalado en Villa Chicligasta desde el año pasado. Los promotores sociales orientan, asisten y generan debates en torno a las distintas problemáticas que afectan a los vecinos. Intervienen en el programa los ministerios de Desarrollo Social, Salud y Educación. Marcelo Bianco, del equipo técnico, apuntó que el programa dispone de una "mesa local" en la que los vecinos plantean ideas o inquietudes y se las discute con el fin de brindar respuestas.